(Roma-Enviado Especial) Alberto Fernández y Kristalina Georgieva se
reunieron durante más de una hora y media en el hotel Sofitel de esta
capital italiana, el primer cara a cara entre ambos en medio del plan de
facilidades de pago que la Argentina busca con el Fondo Monetario, un
encuentro que ambos calificaron como "constructivo", y tras el que el
Presidente aseguró que existe "la vocación de encontrar un acuerdo lo más
rápido posible".
"Tras la reunión,
¿cuán optimista es de alcanzar un acuerdo en el corto plazo?", preguntó
Clarín en el lobby del hotel romano. "Soy optimista , el optimismo nunca lo
pierdo, y además tengo la voluntad de hacerlo, y la firmeza de hacerlo en
las condiciones en qué vivimos", respondió el jefe de Estado.
Un par de minutos antes, y mientras enfilaba hacia la combi, la
directora del Fondo había calificado la reunión como "constructiva":
"Nuestros equipos continuarán trabajando para ver cómo podemos seguir
avanzando de manera constructiva hacia un programa". "Fue gratificante
conocer finalmente al presidente en persona", agregó la mujer, que no
suele hablar con los medios.
Con al menos
dos rondas de café, y traductores mediante, Fernández y la directora del
Fondo Monetario Internacional conversaron en un salón reservado del hotel,
en la planta baja, en el último día de la gira europea que llevó a la
comitiva oficial por Lisboa, Madrid, París y Roma.
La
cita comenzó puntualmente a las 9 de la mañana de Roma -las 4 de la
Argentina- en el Sofitel de la Villa Borguese, en el que se hospeda el jefe
de Estado y la delegación oficial. La búlgara arribó al lugar dos minutos
antes de la hora pactada y se dirigió directamente al salón en el que la
esperaba el mandatario. "Por fin nos vemos", dijo la directora del
organismo apenas se vieron.
Acompañada
por Julie Kozack, directora adjunta y encargada de la negociación técnica
por la deuda argentina, que se sumó luego al cónclave junto a Martín
Guzmán y Gustavo Béliz, Georgieva será esta tarde una de las principales
oradoras, junto a Janet Yellen, la poderosa secretaria del Tesoro
norteamericano, del seminario vaticano organizado para disertar sobre
justicia financiera y cambio climático, con epicentro en las negociaciones
por la deuda argentina con el organismo de crédito.
Guzmán y Kozack ya habían mantenido dos reuniones presenciales
en Roma, el miércoles y el jueves, para avanzar en las negociaciones.
Volvieron a hacerlo esta mañana. Una vez finalizadas las reuniones, el
ministro y Fernández se encerraron en la habitación presidencial para
evaluar la cumbre con Georgieva.
"Le conté
mi charla con los líderes europeos, y bueno, vamos a ver como seguimos.
Le planteé nuestra mirada sobre los cargos extras y sobre los plazos. El
Club de París está atado al tema del Fondo, es un tema subsidiario",
amplió el Presidente antes de subir a su habitación del sexto piso.
El encuentro, anticipado el lunes por este diario, tenía
especial relevancia para el gobierno: con el apoyo público de Lisboa,
Madrid, París e Italia en la renegociación de la deuda con el organismo,
Fernández pretendía volverse de Italia en la noche de este viernes con un
gesto público de la directora del Fondo como coronación de las
conversaciones técnicas que se sucedieron en los últimos meses.
La estrategia del Gobierno consistió en elevar las
discusiones que Guzmán mantuvo en el último mes, y que también lo
llevaron hace algunas semanas de gira por Europa, a un rango presidencial.
Y exhibirle, a la dama fuerte del Fondo, el respaldo público de Europa a las
negociaciones.
Se había especulado incluso en la
previa en esta ciudad con la posibilidad de una declaración conjunta, que
quedó descartada. Pero el jefe de Estado sí exploraba la chance de obtener
un gesto contundente para estirar el plazo de pago del Club de París.
El martes, por lo pronto, tiene pactada una
videoconferencia con la canciller Ángela Merkel. Alemania no solo tiene
injerencia en el Fondo, si no que pisa fuerte en el club parisino junto a
Francia y Japón.
El Gobierno busca extender los
plazos y alcanzar un plan de facilidades por la deuda de U$S44.000
millones contraída por la administración de Cambiemos, en paralelo a la
postergación del vencimiento de U$S2.400 millones del Club de París, que
vencen a fin de mes y por el que se busca un período de gracia de 60 días,
que es automático pero que implica una mora y una compleja negociación
política que involucra al FMI.
Fueron los dos temas
centrales que sobrevolaron todos los encuentros presidenciales con los
líderes de Portugal, España, Francia e Italia. Y este último con Georgieva.
Fernández, según resaltó, insistió en plantear la
redistribución equitativa de los derechos de giro, y la reducción de las
sobretasas que se cobran, por estatuto, a los países que toman acuerdos
"de acceso excepcional". Es decir, cuando el préstamo solicitado supera la
cuota en más de 185%, como el caso argentino. Para este año, el
sobrecargo de la Argentina, 2 puntos porcentuales por encima de la tasa,
equivale a unos U$S950 millones.
"Insistí en mis
planteos que tienen que ver con la reducción de las sobretasas, extender
los plazos, Hay que entender que no podemos pensar en un acuerdo que
exija mayores esfuerzos al pueblo argentino", abundó el mandatario.
Al mediodía romano, no había previsto aún ningún
anuncio formal por parte de la delegación oficial, cómo había circulado
durante toda la semana. A las 11 de la noche hola local, Fernández
despegará de Fiumiccino rumbo a la Argentina.
DB